Cómo puede ayudarnos ChatGPT en nuestra vida sexual

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Aquellos primeros bots que nos saludaban desde algunas páginas web hace años se han convertido ahora en conversadores inteligentes con un tremendo poder para analizar, escrutar y elegir la mejor respuesta a cada pregunta que tengamos. Si es habitual en estos tiempos tener nuestro propio asistente virtual en el teléfono o en nuestro altavoz en casa, la nueva remesa de inteligencias artificiales promete llevar todo esto un paso más allá. Entidades cibernéticas con todo el conocimiento del mundo, que además aprenden y mejoran con cada acción que desempeñan, para ser más concretas, más profundas, mejores. En estos últimos meses, la popularidad de estas inteligencias artificiales está subiendo como la espuma, especialmente cuando hablamos de ChatGPT. Se trata de una herramienta totalmente gratuita, creada por Open AI, que ha puesto patas arriba el mundo en unas pocas semanas. Y es que el potencial de esta inteligencia artificial es absolutamente maravilloso, y todavía estamos raspando solo la superficie. ChatGPT es un proyecto que lleva ya muchos años en marcha, pero que ha cristalizado en 2022.

De hecho, sus responsables advierten de que solo han lanzado una pequeña parte de todo lo que pueden sacar a la luz, porque la sociedad no está preparada para lo que una IA es capaz de hacer a estas alturas. Los más agoreros señalan ya a Matrix o Terminator como ejemplos del peligro que entraña darle tanto poder a las máquinas. Los más realistas y pragmáticas entienden que esta nueva revolución lo puede cambiar todo. Por ahora, un diseñador gráfico puede ahorrar horas de trabajo con solo darle un comando a la IA de Dall-E o Midjourney. Un escritor puede desarrollar varias ideas para su personaje en cuestión de segundos con la ayuda de estas mentes cibernéticas. El bloqueo de la página en blanco podría tener los días contados. Pero no solo hablamos de la cultura y la creación, sino también de la propia forma en la que las IAs pueden ayudar a la humanidad en todos los aspectos. También en los sociales, e incluso en los sexuales, como asistentes, resolviendo cualquier duda que tengamos o dándonos consejos que pueden ser tremendamente útiles.  

Una revolución en la IA

Esta frase se repite demasiado a menudo, pero en este momento parece ser más cierto que nunca: estamos en un punto de inflexión de la historia de la Humanidad. La tecnología está llegando a tal punto que supera incluso nuestras expectativas, como lo ha hecho con Internet o los dispositivos móviles en los últimos años. La expansión de este tipo de inteligencias artificiales en menos de un siglo es absolutamente fascinante. Las primeras máquinas que podían “pensar” datan de principios del siglo XX, y eran rudimentarias herramientas que no daban mucho de sí. Hoy por hoy podemos pedirle a un bot en Internet que nos resuma las principales teorías de la evolución en 1000 palabras y con un tono ameno para explicarlas en una clase de secundaria.

Un trabajo que sin duda nos costaría horas a los humanos, y que estos robots realizan en cuestión de segundos. Esta herramienta funciona a través del sistema machine learning. Se trata de un algoritmo que no solo permite a la IA ofrecer una respuesta concreta a una pregunta bien realizada, sino también aprender a comunicarse cada vez mejor. Si nos da una respuesta con un error, podemos ayudar a corregirlo, y la IA aprenderá de cada interacción con los humanos. Si actualmente, ChatGPT recibe miles de consultas cada minuto, su aprendizaje se está volviendo cada vez más y más rápido. Esto hace que la inteligencia artificial vaya mejorando día a día, no solo en su fondo, sino también su forma. Podemos realizar cualquier tipo de consulta, y la IA se adaptará de la mejor manera posible para respondernos tal y como deseamos.  

Nuestro asesor sexual de confianza

De hecho, los expertos apuntan a que a partir de ahora, la mayor diferencia entre quien sepa utilizar estas IAs y quien no será la forma en la que se comuniquen con ella. Los mensajes que damos a una IA no dejan de ser órdenes para obtener respuestas por su parte. Cuanto más concreto sea esa orden, mejor sabrá respondernos. Por ejemplo, podemos pedirle a la inteligencia que nos de las tres mejores posturas sexuales para principiantes, pero desde el punto de vista de un sexólogo. ChatGPT se puede “convertir” en cualquier tipo de experto al instante, con solo ordenárselo, lo cual nos permitirá no solo obtener una respuesta concreta de una inteligencia cibernética, sino que será como tener delante a un auténtico profesional.

Y no uno cualquiera, sino uno que ha podido estudiar todos los libros y artículos sobre el tema, con la ventaja que eso supone. Los consejos que nos da ChatGPT deben ser, eso sí, utilizados con sumo cuidado por cualquier de nosotros, ya que tampoco podemos cargar de responsabilidad a un robot. Sin embargo, contar con un asesor sexual puede llegar a ser todo un adelanto para muchos. Todos hemos buscado información sobre ciertos casos concretos en la red. ChatGPT reúne esa información y nos la expone de manera clara en cuestión de segundos, ahorrándonos mucho tiempo en las búsquedas. También sirve para otro tipo de dudas, como las amorosas, las culinarias o incluso las vitales. Si bien no deberíamos poner todas nuestras esperanzas en una IA, ChatGPT también puede ayudarnos, de forma concreta, a entender nuestras ideas y pensamientos.

Las opciones son infinitas

Recomendaciones sobre películas que nos puedan gustar, ayuda para rendir mejor en los estudios, claves para conseguir que nuestra primera cita sea perfecta… Podemos preguntarle a ChatGPT cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, porque la imaginación será nuestro único límite. Las opciones de esta inteligencia artificial son infinitas en tanto que podemos crear cualquier discusión con ella, para seguir aprendiendo, para pulir conocimientos, para entender mejor el mundo, e incluso para desarrollar nuestra propia manera de discutir y hablar. La Inteligencia Artificial aprende con cada interacción, pero también nos hace aprender a nosotros, a mejorar, a perfilar nuestro conocimiento y nuestra manera de obtenerlo.

La sexualidad es un tema que se está abriendo camino en todo tipo de discusiones, y parece que el tabú sobre la misma ya está siendo derribado del todo. Incluso en los debates sobre el la prostitución o el sexo de pago, las posturas ya se están viendo cada vez más claras. ChatGPT supone, aunque no lo entendamos del todo todavía, una forma diferente de enfocar el conocimiento humano. Una ventana abierta a un mundo sin límites en el que una máquina nos puede ayudar a realizar acciones que nos cuestan horas en cuestión de segundos. Algunos los comparan con la calculadora, por ejemplo, o con el email, convirtiendo algo que ya existía en una herramienta mucho más rápida y eficaz. Estaremos muy atentos para ver cómo evoluciona todo esto, pero el futuro es emocionante, desde luego, teniendo a mano este tipo de herramientas.