Crear precipitaciones y lluvia es posible con la ciencia, en China y Emiratos Árabes ya lo hacen

Por más que el ser humano ha avanzado como especie, que la tecnología ha seguido mejorando en estos años hasta convertirnos en seres casi infinitos, casi inmortales, perfeccionando por completo nuestro planeta a nuestro gusto, mientras también lo destruíamos en cierta forma, hay cosas que todavía se nos escapan. El ser humano no tiene mucho que hacer frente a una catástrofe natural, por ejemplo, o frente a una sequía que haga que los embalses se queden completamente vacíos. ¿Cómo se puede luchar contra eso?

Hay países que lo intentan, utilizando las últimas tecnologías para poder llegar a controlar el clima, al menos en cierto sentido. Uno de los objetivos más claros es el de provocar lluvias y precipitaciones, para tener siempre el agua necesaria en los embalses y que no haya sequías prolongadas. Esto es un deseo largamente soñado por el ser humano, y está claro que son muchos los países que han intentado lograrlo. Los que más cerca están son China y Emiratos Árabes, que gracias a todo el dinero con el que cuentan han desarrollado sistemas para provocar precipitaciones.

La montaña artificial que plantea Emiratos Árabes

La manera en la que Emiratos Árabes lo está intentado es cuanto menos curiosa. En ocasiones, hay lugares en donde las precipitaciones son más abundantes de lo que deberían, por el hecho de que están entre montañas, que provocan que las nubes se deshagan y descarguen antes de tiempo su contenido. La idea que han tenido en este país de Oriente Medio es crear una gigantesca montaña para provocar ese mismo efecto justo en la zona donde desean que llueva más. Teniendo en cuenta lo árido que es este territorio, es una idea tan buena como cualquier otra… siempre que salga bien.

A la construcción de la montaña, que también provocaría la elevación del aire para condensarse en forma de nubes, habría que añadir un proceso muy especial conocido como siembra de nubes, que se da precisamente en sitios donde llueve poco, para provocar las precipitaciones. La siembra de nubes consiste en crear el microclima adecuado para que al condensarse el aire que ha subido y se ha convertido en nubes, estas descarguen precipitaciones y no se queden solo en el efecto de nublar el cielo.

Es realmente viable crear una montaña artificial

Este proyecto no es nuevo ni mucho menos, pero es cierto que hasta ahora no se ha empezado a trabajar en él con verdadero ahínco, puesto que antes parecía literalmente imposible. Los mandamases de Emiratos Árabes ya hablaron con Roelof Bruintjes, científico de la UCAR, una universidad americana donde se está llevando a cabo esta investigación. El propio científico ya les explicó, en 1999, que aquello era imposible porque no tenían siquiera nubes que hacer descargar para que lloviese.

La situación parece haber cambiado en estos años, y gracias a una gran inversión por parte de los Emiratos Árabes, la investigación ya está en manos de los mejores expertos, que están realizando las primeras simulaciones con la forma en la que se debería crear la montaña, su ubicación y tamaño perfectos, etc… Hoy por hoy todo sigue pareciendo una locura, pero parece que se lo están tomando en serio y tal vez en unos años, la famosa montaña artificial ya esté provocando precipitaciones en los puntos más importantes de los Emiratos Árabes.

Cultivación de nubes

Una cosa es crear nubes, que es algo que parece más o menos factible a estas alturas a través del sistema ideada por la montaña artificial. Pero eso no significa que esas nubes vayan a descargar precipitaciones, porque hay lugares donde el cielo se encapota con mucha facilidad, pero luego no llueve tanto. ¿Cómo se consigue que esas nubes estén “preñadas” de agua y descarguen cuando tienen que hacerlo? Sembrándolas con determinados productos que favorecen las precipitaciones.

A través de estos productos, las nubes “nacen” ya predispuestas a una mayor condensación, lo que favorece que caigan las lluvias poco después. De hecho, es un método que se lleva a cabo en cuestión de días, y que suele dar buenos resultados, aunque algunos científicos han alertado sobre la utilización de estos productos químicos para la siembra de nubes y su posible contaminación en el aire o en el propio agua de la lluvia que cae. Emiratos Árabes, sin embargo, no ha reculado y sigue utilizando este método siempre que lo necesita.

El yoduro de Plata que está usando China

Otro de los países involucrados en estas investigaciones sobre la creación de nubes y precipitaciones es China, el gigante asiático que está despertando en todos los sentidos, y que hoy por hoy tiene mucho que ganar cuando se trata de crear nuevas fórmulas y tecnologías. En el caso chino, lo que se trata de hacer es sembrar nubes, como ya hemos visto anteriormente, con un ingrediente muy especial, el yoduro de plata, que está preparado para condensar aún más el aire y provocar lluvias concretas en lugares donde se han llevado a cabo estos métodos.

Claro que todo parece perfecto en ese sentido, hasta que el experimento se nos va de las manos y se acaba convirtiendo en una auténtica inundación, porque la lluvia se vuelve demasiado intensa por momentos. Las diferencias son tan abismales que pueden crear problemas, y todavía no se ha controlado del todo la manera en la que se debe equilibrar el yoduro de plata a la hora de sembrar las nubes para que llueva justo donde y cómo queremos, ni más ni menos.