La realidad virtual en la nueva generación de consolas
El mundo de los videojuegos lleva décadas evolucionando y viviendo en una revolución constante de mejoras gráficas, de nuevas formas de contar historias, gracias a todo lo que ha supuesto la propia evolución de las máquinas, tanto ordenadores como consolas. De ahí que la industria del videojuego se haya consolidado como el sector cultural más fuerte de nuestro tiempo, por encima incluso de la música y el cine. Cada año, las grandes distribuidoras, las empresas punteras en el desarrollo de juegos y consolas, compiten por conseguir una parte mayor del pastel, a veces encontrando nuevos nichos o potenciando algunos que ya existen, para darles mayor importancia. Uno de los últimos en ser aupado por la mayoría de empresas del sector es la realidad virtual.
Jugar con una pantalla es una experiencia indudablemente espectacular, pero meternos dentro del juego, sentirnos allí, rodeados por los paisajes y los sonidos que se escuchan, peleando físicamente contra los enemigos gracias a los mandos independientes… Eso es una cosa muy diferente, y desde luego, una experiencia que lleva al jugador a meterse más de lleno si cabe en el juego. Es cierto que suena mejor de lo que es, porque la tecnología todavía no está ni mucho menos desarrollada del todo, y los gráficos y la acción dentro de la Realidad Virtual no se pueden comparar a los que podemos disfrutar en los juegos habituales. Sin embargo, la potencia de las nuevas consolas tal vez ayuden a darle el sitio que se merece a este nuevo nicho de mercado… si las grandes compañías apuestan por ello, claro está.
La realidad virtual en consolas hasta la fecha
Cuando Sony se metió de lleno en el mundo del entretenimiento en casa con PlayStation, a mediados de los 90, el sector de las consolas cambió por completo y para siempre. Aquella máquina se convirtió en un hito, y su sucesora sigue siendo la consola de sobremesa más vendida de la historia. Nintendo supo coger el guante y llegar a tiempo, así como Microsoft, que años después también entraría en la puja con sus Xbox. Millones de consolas vendidas, miles de juegos desarrollados, han llevado a este sector muy lejos, siempre buscando novedades, siempre atreviéndose a romper esquemas. La realidad virtual era el siguiente paso natural, pero para sorpresa de muchos, no ha sido tanto el entusiasmo con el que se la ha recibido por parte del público.
Después de probar con las cámaras de juego y sensores de movimiento, desde hace una década las consolas también cuentan con algunos sets de realidad virtual. De hecho, Sony ha desarrollado el suyo, ya desde PS3, y hay varias marcas que también los hacen tanto para la consola de Sony como para Xbox, ofreciendo al usuario una sensación realmente increíble e inmersiva que desde luego, vale la pena probar. Sin embargo, el éxito de estos dispositivos no ha sido tan arrollador como se esperaba. Tal vez sea por su elevado precio, casi el mismo que la propia consola, o tal vez por la poca calidad de los juegos que se ofrecen para este tipo de sets. El caso es que la realidad virtual no ha sido ese gran punto de inflexión que muchos imaginaban… aunque no por eso dejan de intentarlo.
¿Apostará Xbox por su propio casco de realidad virtual?
2020 iba a ser el año definitivo para el nuevo salto de calidad en la nueva generación de consolas, con la aparición de la PS5 y la nueva versión de Xbox. Ahora seguramente sus lanzamientos se tendrán que desplazar hacia 2021, por toda la crisis del Covid-19. El caso es que tanto Sony como Microsoft apuntaban muy alto este año, para mostrar sus novedades. Sin embargo, los creadores de Xbox querían desmarcarse de esa supuesta carrera por conseguir el mejor dispositivo de realidad virtual. Phil Spencer, uno de los jefazos de Microsoft, afirma que el sector sigue siendo muy de nicho, y que no se venden los suficientes sets como para desarrollar juegos completos para esta tecnología. En definitiva, que aquello le parecía un despilfarro, que la gente no se estaba animando por probar la realidad virtual, y que Xbox seguramente no contaría con este tipo de experiencia, al menos a corto plazo.
La renovación de Playstation VR
En la otra orilla, Sony sí que quiere seguir apostando por la Realidad Virtual, como lleva haciendo ya varios años, con su propio headset creado especialmente para su consola, el PlayStation VR. Considerado como uno de los mejores del mercado por los expertos, este kit de realidad virtual nos permite probar numerosos juegos desarrollados para este tipo de experiencia, que se suelen ofrecer en la tienda PS Store. Sin embargo, en Sony son conscientes de los fallos que este tipo de sistemas tienen todavía, y por eso están buscando fórmulas para mejorar no solo el dispositivo, sino también los juegos que se puedan disfrutar con él, sabiendo que será eso precisamente lo que enganche a los jugadores a comprarse el PlayStation VR y apostar por la realidad virtual.
La Realidad Virtual en PC
Las limitaciones de potencia de las consolas parecían jugar un papel importante en la explicación de por qué la realidad virtual no había conseguido llegar más lejos en este sector. Los gráficos de la mayoría de juegos eran muy pobres y la acción muy limitada. No pasaba así con los PC, ya que los ordenadores pueden ofrecer un hardware mucho más potente y preparado, o lo hacían hasta ahora. Sin embargo, la Realidad Virtual tampoco ha sido un éxito rotundo en el mundo de los PCs, siguiendo más o menos la estela del sector de las consolas, con varias empresas desarrollando distintos dispositivos que suelen ser bastante caros y ofrecer una experiencia muy limitada tanto en acción como en juegos propiamente dichos.
Google, por ejemplo, ha lanzado algunos dispositivos de este tipo, bastante económicos para los precios del mercado, pero sus ventas han estado por debajo de lo previsto, dando en parte la razón a Microsoft en aquello de que la gente en realidad no está pidiendo a gritos un avance en la realidad virtual. Sin embargo, una de las ventajas de los PCs es que no solo sirven para jugar, sino para hacer un montón de cosas más, y estos sets de realidad virtual pueden ser muy útiles para el desarrollo cognitivo, para ayudar en psicología, en el diseño de arquitectura, por ejemplo, y en tantas otras materias que sí que pueden dar un nuevo empujón a una tecnología que lleva ya tiempo con nosotros, pero sigue sin arrancar del todo.